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El Tabalet

Presentación

Un año ha pasado ya

Un año ha pasado ya Pues sí, ya ha pasado un año desde que El Tabalet comenzó su andadura y, desde entonces, está presente en estas páginas con su acostumbrada periodicidad mensual (bueno más o menos mensual, que la informalidad de nuestras tertulias y nuestro carácter un tanto anárquico nos hace ser relativamente respetuosos con cualquier norma). Y desde ese diciembre de 2003 han cambiado muchas cosas, tantas que nos produce un cierto vértigo echar la vista atrás para recapitular sobre cuánto ha ocurrido desde que tenemos existencia pública.En primer lugar, hubo un 14-M que cambió el signo del Gobierno de la Nación. La verdad es que hay a quien le cabe la duda si las elecciones las ganó el PSOE o las perdió el PP. O más concretamente Aznar. Pero a quienes piensen que la respuesta se encuentra en la segunda alternativa, hay que recordarles que era preciso que hubiera una alternativa creíble y digna de confianza para que los ciudadanos se decidieran a arrumbar al PP a la cuneta. Es decir que nunca un partido pierde las elecciones si enfrente no tiene a otro capaz de asumir la responsabilidad de gobernar.
Pero el caso es que ganó el Partido Socialista, y pasados más de nueve meses desde la fecha electoral, merece la pena reflexionar sobre la situación desde entonces. En primer lugar hay que señalar que después de las elecciones se pudo percibir una cierta sensación de alivio entre los electores, alivio más que justificado en la medida que los nuevos gobernantes no iban a dedicarse a despreciar a la ciudadanía, ni a reñirles permanentemente. Y para mayor INRI, cuando pasa el tiempo y los ciudadanos empiezan a olvidarse del rechazo de cierta forma de gobernar, viene Aznar a recordar que las cosas han cambiado, y ahora se gobierna de forma diferente. La derecha más montaraz se dedica a hacer chistes con el tema del talante, pero la verdad es que el cambio de talante ha tenido mucho que ver, en su momento, con el resultado electoral, y ahora con las encuestas que siguen favoreciendo al PSOE. De modo, que sigamos con el buen talante.

En segundo lugar, y aunque parezca mentira, la derecha todavía no ha aceptado el resultado electoral. Quienes de entre nosotros pensaba que la derecha española se había civilizado y había decidido bajar del monte, tenemos que reconocer que estábamos equivocados. ¿Es posible que todavía piensen que el poder les pertenece por derecho divino, y cualquiera que lo ocupe ajeno a ellos es poco menos que un usurpador?. Pues sí, es posible. Y si no, a los hechos nos remitimos.
En tercer lugar, habrá que hacer un comentario sobre la valoración que merece la acción de gobierno. Y hasta ahora se puede apreciar que los gobernantes están desempeñando sus funciones con una mezcla de radicalismo en materia de derechos humanos y de los ciudadanos (y que conste que utilizamos el término radicalismo en su sentido más noble) con una gran solvencia en materia económica, la solvencia que avala nuestro paisano Pedro Solbes. Es cierto que hay muchos problemas, en particular referidos a nuestra Provincia, ni más ni menos que los que ponía de manifiesto Juan Ramón Gil en su artículo del pasado 5 de diciembre, pero sería injusto pensar que esos problemas tendrían solución con un Plan Hidrológico que quienes lo redactaron sabían que nunca iba a llevarse a cabo, por lo menos en todas sus previsiones, o bien que los problemas de la industria manufacturera sólo pueden solucionarse con acciones de gobierno. Tenemos graves problemas, que también existirían si se hubieran adoptado a tiempo medidas, pero lo cierto es que la imprevisión y la despreocupación los ha agravado. Y si alguien quiere, recapitulamos y hacemos balance. Por cierto, como aviso para navegantes, que nadie piense que los problemas electorales de los socialistas en esta Provincia están basados exclusivamente en esos problemas. O encuentre en ellos una excusa para no hacer los deberes.
Pero también han cambiado muchas cosas por estos pagos. La pelea entre Zaplana y Camps, Ripoll y Camps, Ortuño contra todos, que hace un año estaba latente, ha pasado a manifestarse con toda su crudeza. Es difícil olvidar la imagen de aquella mujer sentada encima de la urna de votación. Todo cuanto ha ocurrido es bien sabido, pero cuando las reuniones de un partido político abandonan las páginas políticas para entrar en las de sucesos, es que algo grave está pasando. Estos del PP cada día están pensando más en el día de San Valentín por la matanza, que por el amor fraternal. Y es que los odios han llegado a un extremo que parece que se prefiere que se pierdan las elecciones a que las gane el otro. Es, en cierta medida y salvando mucho las distancias, la misma forma de pensar de los maltratadores de género: o mía o de la tumba.
Esas peleas han hecho pensar a muchos que iban a empezar a filtrarse noticias sobre irregularidades en la forma de gobernar. No nos lo creamos. Es mucho lo que tienen que ocultar para descubrirse mutuamente las vergüenzas. Y si no se lo creen, al tiempo. Mucho amenazar Zaragoza, pero no suelta ni un papel. Mucho hablar Ortuño, pero al final con lo único que sale es que al acendrado amor a la familia de los populares, y en particular de Ripoll, les hace colocar a toda su familia a cobrar (observen que no decimos a trabajar) del erario público. ¡Nada que no se supiera de antemano!
Muchas cosas cambian, pero otras, en cambio, permanecen inalterables. Como por ejemplo, la actuación de la oposición en el Ayuntamiento de Alicante. Suponemos, y lo decimos con ausencia de malicia, que estas nuevas liberaciones, son para mejorar el trabajo del grupo socialista y no el pago a los servicios prestados. Y visto lo visto en esta ciudad, los fiscales de Alicante, por mucho que aparezcan noticias escandalosas que merecerían ser investigadas, no parecen estar motivados para actuar. ¡Y para eso se pedía una delegación de la Fiscalía Anticorrupción!
Y es que, al final parece que hay muchos que siguen la máxima ignaciana: en tiempo de tribulación, no hacer mudanza.
P.D. No quisiéramos despedirnos sin felicitar al señor Zaplana por su nuevo carné de conducir.

¿Qué es, quiénes somos y para qué sirve El Tabalet?

¿Qué es, quiénes somos y para qué sirve El Tabalet? Presentarse a si mismo en sociedad resulta siempre complicado. Es posible pecar de falsa modestia o, lo que es peor, quedar como un presuntuoso. Pero cuando un nuevo colectivo nace con la intención de expresar su opinión mensualmente en estas páginas, resulta conveniente realizar desde el principio, una declaración de intenciones y una presentación pública, es decir, algo así como la manifestación de quiénes somos y qué queremos.

Somos un grupo de ciudadanos y ciudadanas de ideología progresista, mayoritariamente militantes del PSOE aún cuando no exijamos el carnet. Los hay, entre nosotros, que no siempre han votado a ese partido. Algunos, incluso, dudan si volverlo a votar, aunque el sector socialista más militante está empeñado en conseguirlo.

Deseosos de hacer algo, hemos decidido reunirnos periódicamente en unas tertulias informales, abiertas y desenfadadas, y crear este weblog para escribir nuestras reflexiones.

Pero no sólo nos une nuestro pensamiento progresista, también una profunda preocupación sobre el futuro de la izquierda. Queremos seguir (e incluso estar presentes) en los debates que hasta el momento se están llevando a cabo sobre el futuro de la izquierda. Queremos, por ejemplo, conocer y debatir las propuestas que se están haciendo en el seno de la Internacional Socialista y el Partido de los Socialistas Europeos sobre la globalización y su enfoque desde una perspectiva de izquierdas. En este capítulo, queremos poder debatir sobre las aportaciones que están realizando Felipe González o el antiguo primer ministro danés Rasmussen.

También seguimos con interés el debate liderado por los italianos del Partido de los Demócratas de Izquierda, sobre si la Internacional Socialista y el Partido de los Socialistas Europeos deben cambiar de nombre y aceptar en su seno a otros progresistas (liberales de izquierda, verdes, etc.), o, como dicen algunos con aires despectivos, las propuestas que se hacen para convertir los partidos socialistas en algo similar al Partido Demócrata americano.

Otras cosas que nos preocupan tienen relación con el papel de los partidos de izquierda en esta nuestra sociedad post-industrial, en la que el movimiento obrero y sindical tiende a desarticularse. Nos preguntamos, también, por qué el voto progresista de clases medias, aunque se muestre crítico con ciertas políticas del Partido Popular que chocan con la ideología liberal-progresista de esos sectores, se muestra reticente con las opciones de izquierda. Igualmente, queremos saber por qué los más bellos principios de la actuación política, tales como la Justicia y la Solidaridad, han dejado de ser referentes necesarios para esta sociedad.

Y sobre todo nos duele este Alicante nuestro de todos los demonios. Unos hemos nacido aquí. Otros la hemos elegido para vivir. Pero al final, todos observamos, desesperados, cómo nuestra ciudad se desliza en una pendiente que la conduce, necesariamente, hacia la desaparición de cualquier vestigio de personalidad propia. La falta de modelo, el conformismo con un desarrollo basado en la especulación del ladrillo, la renuncia a liderar una sociedad, e, incluso, la indiferencia que esta propia sociedad muestra hacia su futuro, son cosas que creemos que deberían ser suficientes para movilizar a nuestros dirigentes. Pero - ¡ay dolor! - no lo hacen, y ello despierta nuestro sentimiento de rebeldía.

Por eso hemos elegido el nombre de "El Tabalet", un instrumento muy propio de nuestro folklore que con su redoble sirve para llamar la atención. Y también para invitar a la participación en actos colectivos.

Eso, y todo eso, pretendemos ser. Y nada más. Tal vez habrá quien se pregunte si esas intenciones declaradas son reales o si tendremos otras ocultas. Ese planteamiento es, probablemente, muy apropiado para quienes acumulan grandes dosis de cainismo. En cualquier caso, no queremos que el punto de atención se ponga en nosotros, sino en aquello de lo que hablamos, porque, como dijo Confucio: "Cuando el dedo señala la Luna, sólo los necios se fijan en el dedo".

Colectivo "El Tabalet"