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El Tabalet

Hacer la mili en Ceuta

Hacer la mili en Ceuta Cuando llegan estas fechas hay dos indicativos de que el verano se ha acabado: la primera son los miles de anuncios de fascículos que todos empezamos a coleccionar pero ninguno termina de hacerlo; la segunda es la vuelta al colegio, al trabajo, a la rutina, que con frecuencia termina produciendo depresiones, que a veces están más que justificadas.

Hasta aquí, todo correcto, sin embargo llevamos unos años que en vez de hablar de lo que cuestan los libros de texto, solo se habla de las carencias con la que se encuentran los estudiantes. Así es que los niños de esta ciudad y de esta Comunidad han pasado de hablar de los «corticoles», a llegar con el petate lleno a unos barracones que no dejarán de ver en toda su estancia en el colegio. Y es que la vergüenza torera del PP no tiene límites.

El curso en secundaria ha comenzado con una media de cuatro plazas de profesorado sin adjudicar en cada centro docente de Alicante, y no sé qué les parecerá a ustedes, pero a nosotros nos parece una aberración. Pero es que el desmán es aun mayor. Convocan menos plazas de las que necesitan, dejan asignaturas sin maestro...Bueno, el colmo de todos los colmos. Una democracia se considera madura y avanzada cuando presta la atención debida a su sistema escolar, y no queremos deprimirnos si nos preguntamos cuál es el calificativo que merece la democracia de la que disfrutamos en la Comunidad Valenciana. Un sistema que invierte en educación está invirtiendo en futuro, en hacer unos ciudadanos libres y capaces de responder a los retos que se planteen. Un sistema que se olvida de ofrecer educación pública, gratuita y de calidad a sus jóvenes, es un sistema reaccionario y que está abocado a perder todas las batallas que se le planteen.

Y ante el silencio de los organismos públicos, al Tabalet se nos ocurre la siguiente reflexión: ¿A qué se dedican estos políticos que nos dirigen desde la Generalitat y desde nuestro Ayuntamiento? Porque con la frase de que la Comunidad va bien o Alicante necesita una visión de futuro, los gobernantes del PP no resuelven absolutamente nada.

Mientras el Conseller de Educación, Alejandro Font de Mora , destaca la «potente realidad» del sistema público de educación de la Comunidad Valenciana, más de 5.800 estudiantes no han podido empezar el curso con normalidad, es decir, con profesores y con aulas. Mientras el insigne Pedro Romero calla, los alumnos de Alicante, más que ir al colegio, hacen la mili en barracones. Y es que lo que el PP denomina «instalaciones educativas provisionales» no es más que una vil excusa para disimular su incompetencia.

Camps y sus correligionarios están muy cómodos en las manifestaciones, porque mientras se grita a favor de las cosas que ellos no lograron en ocho años de gobierno, no se habla ni de la caída de la producción industrial que padece nuestra provincia, ni del aumento del paro, ni de los centenares de barracones con los que ha comenzado el curso escolar en Alicante. Aunque eso sí, el día menos pensado veremos a Zaplana criticando la situación de esta Comunidad, desde luego su íntimo enemigo Camps le está dando motivos para ello.

No se trata de preguntar, una y mil veces, sobre por qué se gastan el dinero en proyectos faraónicos cuando tantas necesidades quedan insatisfechas. O por qué se han gastado la millonada que se han gastado -por cierto cuatro veces más de los presupuestado- en construir -no se olviden que en Valencia- un Palacio de la Ópera capaz de albergar a todos los aficionados, no sólo de nuestra Comunidad sino posiblemente de toda España y parte del extranjero. ¡Debe ser su especial forma de promocionar el turismo de calidad!.

Lo peor de toda esta historia es que en septiembre del año que viene esta humilde denuncia seguirá vigente. Y los políticos del PP seguirán mirando hacia otro lado y en Alicante seguiremos pagando sobrecostes injustificados en las obras públicas y ocultando las cuentas, u ocultando planes generales. Al fin y al cabo, el PP trata a los ciudadanos como necios, y ya se sabe, a palabras necias, oídos sordos.

Para acabar, nos viene a la memoria una frase de Herbert Spencer que decía que el objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, y no para ser gobernados por los demás. O Confucio , que dijo que donde hay educación no hay distinción de clases. Estos populares se las saben todas

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