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El Tabalet

¡El último que apague la luz!

¡El último que apague la luz! La Rabassa morta es un contrato antiguo en Cataluña. Por él se transfiere el dominio útil de una tierra a condición de que se la convierta en viña. Y hay veces que un nombre marca el destino. Este lío de Rabasa, por no llamarlo de otra forma, se parece mucho al cuento de aquel jorobado, que en Las mil y una noches se atraganta con una espina y es dejado por muerto en varias casas sucesivas.
Como ya nos lo temíamos, les recordamos que nos encomendamos incluso a Dios padre, el Plan de Rabasa ha sido aprobado. Debe ser que Dios se encontraba agotado después de los esfuerzos para designar al "Pastor alemán" Benedicto XVI, o bien que poco puede hacer la Divina Providencia contra una mayoría de veintiséis concejales sobre veintisiete. Bueno ya lo tenemos aprobado, al menos en esta fase. No se preocupen, que no hay nada que no sea empeorable, y ya verán ustedes como en posteriores fases, todavía puede quedar peor. Y si eso no es posible, ya tendrán ocasión de ver en su ejecución como el Ayuntamiento empieza a liberar de compromisos a los adjudicatarios, precisamente esos compromisos que han servido para convencer a los ingenuos (si es que todavía quedan ingenuos en esta vida) en unos casos, y de coartada en otros. Y si no se lo creen, ya verán cómo eso es lo que termina ocurriendo. Y no nos cansaremos nunca de repetir que el modelo de lo que ocurrió con el contrato de basuras, con los cuatro ecoparques que desaparecieron por arte de birlibirloque, o el vertedero que ahora pretenden que pague la Unión Europea, es un modelo muy recurrente. Y muy lucrativo.

La verdad es que podríamos decir muchas cosas, pero la verdad es que entre Cantallops y el Secretario General de la Agrupación local del PSOE lo han dicho casi todo. Y lo que ellos no hayan dicho lo repite cualquier ciudadano medianamente informado que se precie de estar interesado por estos temas, y para qué quieren ver repetido ustedes lo que ya saben. Porque a los que están interesados, que son quienes leen -o escriben- sobre estos temas ya saben de qué va. Y si no están interesados, no nos va a leer, luego no queremos cansar con mayor bombardeo de información de la que ya han recibido en los últimos días.

Seguro que entre los que han votado a favor (si excluimos los/las que lo hayan hecho "por imperativo legal") no hay quien se pregunte cómo puede haber tanta distancia entre lo que piensan los ciudadanos y lo que hacen sus representantes. Seguro que quienes se siguen creyendo en posesión de la verdad absoluta (ya se sabe que quienes se creen en la verdad absoluta o son necios o esconden tras ellos ansias autoritarias), nos mirarán a esa mayoría como unos ignorantes que no hemos pasado tanto tiempo como ellos estudiando el expediente. O tal vez le sigan echando la culpa a la prensa, a la que s, pues sólo faltará que terminen llamando canallesca, y todo por tener una opinión diferente. Se tratará así de la "democracia de los bien informados" frente a la "democracia de los ignorantes". ¡Pues qué bien!

Pero en fin, como dijo Pilatos "quod factum, factum est", y como no tenemos ganas de liarla más, y dentro del afán constructivo en el que siempre nos movemos, vamos a realizar una serie de propuestas para tratar de desbloquear la situación.

Una primera propuesta consistiría en que se declararan en huelga de brazos caídos todos los concejales hasta las próximas elecciones. ¡Por Dios, que no hagan nada más! Se les seguiría pagando el sueldo, pues a buen seguro eso resultaría más rentable que sólo pagárselo si se dedican a una frenética actividad de terminar de destrozar lo poco que aun queda por destrozar.

La segunda puede ser más polémica, pero podemos abrir el debate. Se trataría de que Elche absorbiera este Municipio. Aún a riesgo de tenernos que tragar a Ortuño, siempre ese factor quedaría compensado con la sensatez que terminaría imponiendo Diego Maciá. Y estamos abiertos a que la fusión por absorción se hiciera con otro Municipio, si es que en estas tierras todavía quedan residuos militantes de un cierto anti-ilicitanismo.

La tercera solución, nuestra vena escéptica la hace ver cómo imposible. Se trataría de crear un frente ciudadano que reivindicara la rebeldía frente al abuso y las barbaridades que se están cometiendo en nuestra ciudad. Y volviéramos a la protesta. Dentro y fuera de los partidos. ¿Tendremos que volver a ir por las Asociaciones de Vecinos explicando lo que se ha hecho? ¿Tendremos que ir recogiendo firmas? ¿Tendremos que volver a manifestarnos? Al final van a tener razón quienes dicen que contra Franco (por supuesto, Francisco) vivíamos mejor. Y es que, si dijimos antes que el nombre en ocasiones marca los caminos del destino, la Rabassa morta, a principios del siglo XX fue motivo de conflictos entre campesinos y propietarios. Curiosidades del destino. Lo que ocurre es que siempre, el amable lector, se hace la misma pregunta ¿Por qué llevamos tanto tiempo de perturbación política por culpa de Rabasa que nos afecta tanto, personalmente, como la existencia en el trópico de la mosca del sueño, a la que odiamos únicamente por un sentimiento de humana solidaridad? Mire usted, amigo lector, como Don Quijote, algunos no nos cansamos de luchar contra molinos.
Pero en fin, mucho nos tememos que todo eso sean utopías, y al final nos quedemos con la resignación. Y por supuesto con el cotilleo y el dar pábulo al rumor. Y sobre todo, después de ver lo que están haciendo con nuestra ciudad, solo cabe pedir, que el último que quede que apague la luz.

1 comentario

Salvador -

Nadamás que felicitaros por este artículo, aunque me ha parecido que estais demasiado diplomáticos. Decir, por favor, las cosas más claras que tal vez todavía haya quien no sepa de cuántos chorizos estamos rodeados.